PEGASO 1065 L "EUROPA" – PIENSOS COMPUESTOS “UVESA”
Hacia el ecuador de los años 60 el fabricante español de
camiones Pegaso decidió que ya era hora de cubrir el vacío existente entre los pequeños
Comet, de bajo tonelaje, y los de la serie 1060 y 2011 - los afamados “cabezones”
- que se encargaban de las rutas de largo recorrido, así como de las grandes y sufridas cargas.
Pegaso buscaba ofertar un producto intermedio, que pudiera
hacer de puente entre unos y otros. Por eso se incidió en la versatilidad del
chasis, especialmente en su longitud, y así poder acortar o alargar la
distancia entre ejes, de forma que las diferentes versiones ofrecieran la
máxima polivalencia.
Se le dotó de un motor de seis cilindros y algo más de 10.000
cm3 que arrojaban unos 170 CV de potencia, con una caja de velocidades de seis
marchas. Más adelante se le acoplaría un multiplicador en la palanca de cambio de
cuatro relaciones, para otorgarle un número final de ocho marchas. En ruta
debía tener una capacidad máxima de 16 toneladas de peso para cumplir con las
nuevas normas europeas de transporte.
Para hacer algo más agradable la estancia al chófer, también
se modificó la cabina, alargándola unos 25 centímetros más que la de su hermano
pequeño el Comet, de la que derivaba, y darle a su vez unos pasos de rueda
mayores para poder embutir unas ruedas más grandes, como así requería el mayor
peso que debía manejar.
Como se ha dicho, hubo varias longitudes de bastidor, y con
el discurrir de los años, debido al aumento de la permisividad en las toneladas
por eje que la normativa europea iba modificando, se aumentaron también las
motorizaciones y los refuerzos de los chasis. Se llegó a motores de 200 CV en
este modelo para una carga máxima de 20 toneladas. También se creó las
correspondientes versiones en tractora, denominadas 2020 y 2022, capaces de
arrastrar 32 toneladas.
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Con solo realizar una búsqueda en internet con la palabra
“UVESA”, puede comprobarse rápidamente que muchos coleccionistas ya han
expuesto este modelo en su particular blog, en su “Cara-Libro” o bien en los
diversos foros que aglutinan más o menos a los aficionados españoles del
diecast.
Así que yo tampoco me he podido resistir a enseñar el mío,
aunque se trate de un modelo ya muy visto, y que aparentemente no debería
ofrecer grandes novedades. No olvidemos que se trata de un regalo de la actual colección
en curso denominada Camiones y Autobuses Españoles, de Salvat.
Y no. No percibo royalties, ni descuentos, ni tengo nada que
ver con la editorial. Solo soy un consumidor más. Y si la nombro es porque me
da la gana, y porque cuando hacen bien las cosas, justo es reconocérselo. De la
misma forma que cuando el número de turno no satisface del todo al cliente,
pues algún “palo” también se llevan. Si alguien se toma la molestia de leer
alguna de las entradas anteriores, podrá comprobar que no me muerdo la lengua, ni para bien ni para mal.
Ni tampoco me sofreno con algunos sectores de la afición. Pero todo ésto solo es prensa
amarilla.
Sobre la propia miniatura, la verdad es que estaba bastante
ilusionado con este regalo. En las fotos de promoción, de gran detalle, aparece
con un muy buen acabado. Por eso no me importó que este regalo se tratara de otro
Europa. Ya tengo el “Juanito”, el cisterna de Solazo y el capitoné mudancero de
Signes, de la anterior colección Pegaso, por lo que un camión como éste, sería
bien recibido.
Resumiendo, diré que no es una mala miniatura, pero tiene aspectos
negativos que le restan puntuación. Como digo, una cosa es el modelo y sus
fotos de promoción, y otra la unidad que nos llega a nosotros, y que es desnudada por la implacable lente de nuestras cámaras.
Como parte positiva, se han esmerado en darnos una cabina
bien moldeada, con una pintura aplicada con suficiencia, y que permite apreciar
con claridad el característico corrugado del fabricante del camión. Además trae
unos retrovisores adecuados y unos finos limpiaparabrisas, que me hace recordar
aquellos espectaculares Pegasos publicados en la citada colección de la marca.
Hay alguna que otra luz pintada, pero siempre insertadas en
la cabina como piezas independientes, y sobre todo tenemos un magnífico
frontal, con un logotipo diría que perfecto, unos pinchos en los faros casi
inapreciables, y una visera muy apañada, con buena grafía.
Lo que quizás me haya decepcionado un tanto de este modelo
ha sido la terminación general. Repito que es una miniatura que para mí saca muy buena
nota, pero el ensamblaje de las partes no ha sido afortunado. Como puede
apreciarse en la foto frontal, el camión está “escacharrado” hacia un lado,
producto del mal encaje de las partes superiores en el chasis. Y en cuanto a la
tolva, el sinfín, y demás grifería, se nota que son mitades y partes unidas entre sí
con poco acierto. Eso ha provocado que las letras de UVESA estén partidas y la "falla de San Andrés" se
vea rápidamente y a simple vista. Las
calcas de la cabina también han sido puestas de aquella manera, sin amoldarse
del todo al corrugado de la chapa.
El modelo que nos ocupa se trataría del 1065 L, es decir, un
chasis largo que junto a la cabina conformaría una longitud total de casi ocho
metros aproximadamente, frente a los cerca de siete que tendría la versión
básica. Repartidos por el resto del chasis,
se aprecia una rueda de repuesto, un calderín esférico y un depósito de
combustible que corresponderían a las versiones iniciales de la década de los
sesenta, con su motor de 170 CV para una carga de 16 toneladas.
Sin embargo la placa de peso indica 20 toneladas de carga
máxima autorizada, por lo que este camión debería ser una versión más tardía en
el tiempo y de 200 CV de potencia, lo que obliga a tener un calderín con forma
de caja, y dos ruedas de repuesto al final del chasis. Éste, a su vez, debería
ser algo más grueso o tener algún refuerzo. Por tanto, aunque bien detallados,
los bajos no se corresponderían a mi entender con la versión reproducida, que
sería de las últimas y más potentes que hubo de este modelo, ya bien entrada la
década de los setenta.
A pesar de todos estos pequeños fallos, parece ser que al
coleccionista le ha encantado este camión, porque se están viendo auténticos
disparates en el precio de venta por parte de los mercachifles de internet. Ya se sabe que cada uno con su dinero hace lo
que quiere, o lo que le dejan hacer.
Las fotos del modelo real y las instalaciones han sido
obtenidas de la propia web de UVESA www.uvesa.es,
donde puede encontrarse más información al respecto. Aunque este camión y sus
fotos corresponden a las instalaciones que esta empresa tenía para la
producción de piensos, UVESA también se dedica a la reproducción, cría, despiece,
procesamiento, envase y distribución de productos cárnicos, y están especializados en
el cerdo y el pollo. Son todo un clásico y un referente en el sector desde hace
décadas.