FORD ESCORT XR3 (1981)
Aquí está uno de los cuatro ejemplares que conformaban el citado test. Se trata del Ford Escort en su tercera generación (la primera apareció en 1967, aunque aquí solo fueran visibles las dos siguientes). Denominada en su estreno, en 1980, como XR3, tenía un cubicaje de 1.600 cm3 y 96 CV. Apenas superaba los 180 km/h en condiciones favorables, si bien en las versiones derivadas directamente para competición, como la XR3i o la RS, cada equipo en su país supo exprimir esos caballos, y lograr competir con dignidad al menos en cónclaves locales.
En 1984, el propio Carlos Sainz padre quedaría en segunda posición en el total del Campeonato Nacional de Turismos de Producción Nacional. En una de sus pruebas, celebrada en la localidad tarraconense de Calafat en 1984, compitió con un XR3i apenas preparado para la ocasión.
En la década inicial del presente siglo, Altaya quiso
meter la cabeza en todas las temáticas posibles, intentando abarcar el máximo
de países de Europa Occidental, y ese exceso dió lugar a una calidad en la producción
muy dispar. Como puede verse, alternaba buenos detalles en según qué piezas, con
soluciones muy burdas, tales como luces pintadas o calcas supliendo lo que
debían ser añadidos independientes.
La tónica general con estas colecciones es que la profusión
de “pegatinas” y sus vivos colores disfrazan un tanto la calidad real del
modelo en sí. Pero bueno, como siempre en estos casos, importa un poco más el
buen recuerdo que generan estos cochecicos, que no la supuesta fidelidad que uno
pueda esperar de la miniatura.