viernes, 6 de diciembre de 2019

ENASA HISPANO 66 G (1947) "TRANSPORTES GENERALES BRITO" - "CAMIONES PEGASO" de SALVAT. LOS ALBORES DE LA PEGASO.



He querido empezar con este modelo, porque es el primero que se comercializó seriamente por parte de lo que luego sería Pegaso, y porque habiendo en curso una colección monomarca en los quioscos, no está de más recordar de dónde viene, y hacia dónde va. O mejor dicho, hacia dónde yo creo que debería ir dicha colección. 

A priori, el molde parece más que correcto, pues los Hispano eran un poquito más planos y menos redondeados que los Pegaso Mofletes, y los característicos abultamientos que le daban a éste último su apodo, aquí están suavizados, siendo menos pronunciados. Por otro lado, la cabina aparece más baja en su techo, y el guardabarros, por detrás, no cae tan abajo como para llegar a la altura del eje, quedando por encima de éste. La ventanilla trasera, escueta y única, debía ser meramente testimonial, (suficiente para comprobar que mientras subías una cuesta no te estaban saqueando la mercancía).

Esta cabina avanzada, de forma vagamente aplanada y chata, se debía a dos factores: estaba inspirada en la moda italiana de entonces, especialmente el Alfa Romeo serie 800, y sobre todo, el único motor disponible en ese momento debía embutirse en el receptáculo destinado al efecto sin que nada faltara ni sobrara. 

Ese motor, un gasolina de apenas 100 cv, derivado del antiguo T-69 de la Hispano-Suiza, abultaba sensiblemente menos que un diésel, lo que permitía ajustar todas las dimensiones del camión, al revés de lo que sucedería con el posterior modelo de gas-oil, para el que sí que hubo que retocar y ampliar la cabina y así poder incrustar el motor, lo que acentuó esas formas mofletudas que nos son más familiares.

Debemos ponernos en situación, en una época en la que faltaba de todo, materias primas incluidas, y se vigilaba cada quilogramo de hierro, de aluminio, de acero, de caucho, e incluso de madera. Todo estaba racionado: el material, el uso de la electricidad y del agua, los permisos, las licencias...   ...¡todo!  

Por lo demás, la gestación del modelo es más o menos conocida: Enasa, a través del INI, cuando no por intervención directa del "gobierno", acabó por doblegar a la familia Mateu y consiguió que les vendiera su empresa, quedándose también con su saber y sus patentes acumuladas. Cuarenta años de Hispano Suiza:  su historia, avatares y azares,  épocas de prosperidad y de guerras también. Solo les dejaron el nombre de la empresa. 

Al comienzo de la fabricación de este camión, y ya con motor diésel, el INI pasó a denominarlo Enasa Pegaso, que a la postre, y debido a su diversificación en la producción de las diferentes ramas de la industria nacional, acabaría dando nombre a toda una marca. Y de paso, a toda una leyenda entre los transportistas patrios. 

Volviendo a la miniatura, las fotos han sido un tanto clareadas, lo que, aún desvirtuando su auténtica tonalidad,  permite apreciar mejor la línea ligeramente más cuadrada de la cabina respecto a los posteriores Mofletes, abundando en lo anteriormente comentado. Eso no evita que la reproducción acuse un leve exceso en la aplicación de la pintura, lo que resta cierta angulosidad a las formas, y desdibuja otros detalles, como la cintura y las piezas independientes que conforman la propia cabina. 

Hubo tal variedad de cabinas, tanta mezcla de novedades y a la vez de elementos reciclados, que se hace difícil categorizar o señalar algún modelo definitivo. Por tanto, no sé qué pensar del resto de estos vehículos. ¿El depósito de combustible es correcto a ese lado? ¿Las llantas eran ésas para estos Hispano? ¿La calandra debe tener ese número de lamas? ¿El calderín y la caja de herramientas están bien situados? ¿Los faros deben ir a esa altura?...   ...y así un sin fin de preguntas, que no tienen respuesta inmediata y que complica aún más la identificación de la versión, por el hecho de que en aquella época se reformaban y se transformaban a conveniencia todos los vehículos, ya fueran de antes de la guerra o recién salidos de fábrica. En la propia Enasa hubo híbridos entre los diferentes modelos, por falta real de materia prima, que como ya ha quedado dicho antes, provocaba que se reaprovechara todo aquello que fuera menester.  


Llegados a este punto, al del final de la paciencia del lector, ya no ha lugar a incidir más en lo anteriormente consignado, porque si nos ceñimos a la mejor foto que se conserva del vehículo real, y la comparamos con nuestro chiquitín, podremos constatar un hecho: está muy bien ejecutada. Fueran los Hispanos así, o no lo fueran, el modelo, este modelo en concreto de Transportes Generales Brito, está bien reproducido. De hecho, no parece una miniatura de coleccionable de quiosco. Alguna pieza, como las luces de gálibo, están pintadas, y no son piezas independientes, pero sé de algunas marcas que cobran un sueldo entero por sus kits de montaje, o ya 'vestidos y maquillados', y también traen esas luces pintadas, entre otros detalles. Así que...   ..."peccata minuta". La única pega digna de reseñar serían esos sacos de carbón que han colocado de manera tan simétrica como improbable carga, y que resultan poco reales. Pero aún así no logran desvirtuar para nada la buena impresión que en mano causa la miniatura.

Creo que si le mostráramos un ejemplar de éstos a cualquier coleccionista que no sepa nada del mundo del transporte clásico, estoy seguro que le produciría la misma buena sensación de realismo que con cualquiera  de sus bólidos, o a cualquier otro amante de todo lo que tenga ruedas. Y si sopesamos su relación calidad/precio, nos sale como resultado un modelo que no puede faltar en nuestra vitrina.



La foto en blanco y negro, así como parte de la información relacionada, han sido extraídas de la magnífica web del Sr. Xavier Castells, Imatges Sobre Rodes, la cual ya estás tardando en visitar, si es que aún no lo has hecho.