viernes, 27 de diciembre de 2019

PEGASO Z-207 BARAJAS "YOGURES DANONE" (1959) - "VEHÍCULOS DE REPARTO Y SERVICIO" de SALVAT. BUEN REGALO PARA ESTE AÑO QUE TERMINA.


En estas entrañables fechas en que comemos como si no hubiera un mañana, a punto de llegar a los quilos necesarios para ser declarados especie protegida, empachados y hartos, propongo un cambio urgente en la dieta. Adelantándonos al régimen que irremediablemente tendremos que sufrir con las promesas del nuevo año, vamos a empezar desde ya mismo. ¿Para qué esperar? Va en juego nuestra salud, y lo mejor es comenzar el año con unos yogures, ligeros y sanos.

¿Para qué queremos tanto bacalao relleno y sin arreglar? ¿Porqué esperar tanto y tener que pagar un sobreprecio por un producto que, al fin y al cabo, nunca ha sido la estrella de las navidades? 



Éste es el frontal del Barajas de regalo de "Vehículo de Reparto y Servicio". En mi opinión, es un modelo que le da cien vueltas a otros "regalos", incluso a bastantes números de la propia colección, que ya de por sí, es de un nivel muy alto. 


Puede apreciarse el tamaño correcto y armónico de la caja, muy proporcionado. Nada que ver con el Danone de Camiones de Antaño (blanquiazul) de hace unos años, que era gigantesco y poco realista. Además, debido al propio diseño de la cabina, parece que este camión esté "escacharrado" o muy cargado de yogures, como si tuviera doblado el bastidor.


La tampografía es una delicia: lo siento pero las fotos no le hacen justicia. Al natural (valga el chiste malo) resulta una miniatura aún más buena de lo que es.




Puede que vista desde arriba, sea lo más flojo y soso de la miniatura, por esas luces de gálibo moldeadas en la caja y pintadas de aquélla forma, con poco esmero. 


Los bajos están inusualmente detallados. Lo remarco porque es necesario darle la vuelta a la miniatura para poder ver los tubos de escape, la rueda de repuesto, los calderines y depósitos, la transmisión, etc...   ...se han tomado la molestia de reproducirlos aunque no sean visibles a simple vista.


No, los limpias no los he añadido yo. Vienen así. También los retrovisores están muy bien ejecutados. El logotipo de Pegaso está bien definido, parece lo que es: un caballo alado. Lo menos fetén, quizás sea la visera, que es un poco gruesa.

Ojala todos los regalos sean como éste. Ha resultado ser toda una sorpresa el Pegaso Danonero, y de las buenas.


Bonito detalle han tenido al poner la marca comercial justo ahí. Véase el moldeado de la cabina. Quizás adolezca de un leve exceso en la aplicación de la pintura, pero es un fallo menor.  


El interior es simple pero las calcas cumplen perfectamente. Lamento no poder detallar más la foto, pero la óptica de la cámara es la que es. 


Otro detalle de la trasera. La placa de velocidad máxima no está del todo bien colocada, pero tiene un pase, no sería la primera vez que se doblan las placas adaptándolas a la carrocería. Las rebabas, al ser minúsculas, incluso le prestan cierto realismo a la caja.

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En su momento Altaya sacó el Cabezón Danone de Camiones de Antaño, aún muy cotizado si nos atenemos a los precios que sigue teniendo en las páginas habituales de compra por internet. Resultó ser todo un hito en las reproducciones patrias de los coleccionables de quiosco. Pero creo que no tiene nada que hacer al lado de ésta, al menos en cuento a realismo, documentación y ejecución.

Y si lo comparamos con el otro "regalo" con que esta misma editorial nos ha obsequiado en la de Camiones Pegaso, sí, me refiero al Bacalao, no acabo de entender tanto entusiasmo por éste último. También me ha hecho ilusión tener el Bacalao, y queda muy bien en la vitrina, pero este modelo, el Barajas Danone, es muy superior en todo a aquél. 

Se trata de un modelo muy particular y muy concreto, dentro del mundo del transporte, pues no era común en aquella época utilizar cajas aisladas térmicamente, de la misma forma que tampoco era usual utilizar un camión más propio de las rutas nacionales de transporte, que del reparto local de alimentos o bebidas. 

Es de agradecer que Salvat, o mejor dicho su departamento de asesoría y documentación, se haya fijado en un modelo más bien escaso, poco corriente, para la elección de un regalo. Ello lo convierte en más extraordinario aún. 



Ésta es una de las pocas fotos de la época con la decoración original, si bien no se puede determinar el tono de color exacto que correspondería a la publicidad de Danone. Tampoco se puede asegurar que sea el Barajas, o su gemelo oculto, el 1031.


En internet existe esta otra foto, si bien parece unos pocos años posterior a su salida. Esto es importante, porque las gamas del color rojo, son las que más sufren y se decoloran con la intemperie.


A modo de comparación, tenemos esta otra foto de un camión Ebro, pero solo para poder observar la correcta elección del color rojo burdeos que imperaba en aquella flota de reparto.


Y aquí tenemos parte de la flota en Barcelona, origen de la marca, en lo que parece la típica foto de promoción familiar, donde puede apreciarse la variedad existente de modelos: Savas, Ebros de la serie B, de la BC, Pegasos Barajas, Cabezones y Comet, y alguna DKW. Lo normal para la época.

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Por último, no he podido resistirme a incluir en esta entrada estos cuatro modelos, de una promoción noventera de la propia Danone, suponemos que con motivo del 70º ó 75º aniversario de la creación de la marca, hoy ya centenaria. 

Los modelos que intentaron  reproducir son el Ford A de 1930, el motocarro Derbi 350 de 1953, el Sava S-66 de 1962, y el Trimak Trimacar 600 de 1966. 

Están fuera de escala entre sí mismos y con el resto del mundo, pero a pesar de éso, y de su aspecto juguetero excesivamente simplificado, tienen mucho encanto. Quizás el que esté dentro de algo parecido al 1/43 sea el Trimacar.


Fundada en 1919 en el barrio del Raval de Barcelona, aquí vemos algunos de los primeros vehículos de reparto propio de Danone. En los comienzos de la empresa, de su reparto puerta a puerta también se encargaban los taxistas y los autobuseros, quiénes se sacaban un sobresueldo. Desde luego, eran otros tiempos. 


Con motivo de la AutoRetro, se pudo extraer esta curiosa réplica de una Derbi-nevera. O tal parece.


Al ya de por sí chocante producto, vendido inicialmente en farmacias como medicina o reparador para el dañado estómago de los niños, se le unió el rocambolesco diseño de la Sava S-66. Si es que este producto se vendía solo. ¿Veremos este modelo en la Colección de Vehículos de Reparto y Servicio? La cabina y la caja ya las tienen...


Y para los recovecos de los pueblos y las serpenteantes calles de las ciudades, qué mejor que un Trimacar para hacernos llegar los "yoghourts".

No entiendo que después de tantos años, nadie, absolutamente nadie, se haya atrevido a hacer algo parecido a este motocarro de tres ruedas, siendo tan popular como lo fue en su momento. Incluso los minusválidos que se lo podían permitir lo utilizaron como vehículo para personas de movilidad reducida.