Muchos ya conoceréis su historia. Nazar o la connessione
Napoli-Zaragoza. Un italiano, Vincenzo Angelino Gervasio, oriundo de la ciudad transalpina,
y que combatió en este país durante nuestra Guerra Civil, ante el destrozo generalizado que la misma causó, tuvo claro que hacía falta motorizar el país. Vio que ahí
había un nicho, un espacio donde crecer, ganarse la vida, y ampliar horizontes.
También porque, recién licenciado, la mujer de su vida era maña, hay que contarlo
todo, y además ésta tenía tierras. Tenía capital. Así que si ya tienes todo lo
que deseas en un mismo sitio ¿para qué moverte? Además Italia pronto entraría en guerra. Pero no penséis mal. Que el Sr.
Gervasio antes de todo esto ya era mecánico de Alfa Romeo, allá en Milán. Y de
los buenos. Así que la cosa empezó muy bien para él: vocación italiana, capital
maño, y oportunidades, pues todas las que puedan venir en adelante.
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| Nazar de la última serie C, finales de los 60, cuando solo se vendía el estocaje sobrante. |
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| Nazar A de 5 Tm. con motor Perkins. |
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| Nazar de 7 Tm, motorizado Perkins de 84 cv. |
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| Otro Nazar de 7 Tm motorizado también con un Perkins de unos 84 cv. |
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| Nazar 1.7 denominado T-1 con motor Matacas, también de fabricación nacional. |
En la segunda mitad de los 50, siguió ampliando su negocio
dedicándose a carrozar autocares y autobuses, ya con la denominación de
Factorías Nápoles. Un negocio muy próspero, puesto que existía gran cantidad de
flotas locales y regionales de transporte de pasajeros a quien surtir con sus
diseños y sus trabajos. Recordemos que en esos años la mayoría de las personas
no disponían de vehículo propio, y aún, el que sí disponía de dinero, por no
haber apenas fabricación automovilística en que gastarlo, como mucho podía
aspirar a algún microcoche, moto o motocarro, y siempre tras una larga
lista de espera.
Fue en 1960, cuando decidió crear su propia marca de
vehículos, aunque buscando la colaboración de fabricantes de motores ya
existentes. Los más fiables, baratos y disponibles en ese momento:
Perkins-Hispania, Henschel-Sura y Massé. A partir de ese año aparecen los
primeros autocares, camiones, furgones y autobuses urbanos con los recargados y
típicos cromados del Sr. Vincenzo, así como sus rimbombantes diseños.

Nazar autocar interurbano con motor Henschel de 132 ó 155 cv, a elegir. 
El Pájaro Azul, aunque en este caso sea blanco mayormente. 
Publicidad de 1963 ó 1964.
Para los que no entendemos de finanzas pero nos gusta la
osadía, el atrevimiento y el carácter, los primeros sesenta, fueron los años
dorados de Nazar. Productos como el Pájaro Azul o los camiones de las series A
y B, son auténticas manifestaciones de su autor en querer distanciarse y
diferenciarse de todos los demás. Lamentablemente, los que sí entienden de
finanzas, acabaron quedándose con Nazar.
Ya en 1963, solo tres años después de su creación, don
Vincenzo tiene que declarar la suspensión de pagos, pasando a ser su nuevo
dueño la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Zaragoza. Creo que hoy se llama
Ibercaja. Entonces, por ley no se permitía que una entidad como dicha Caja, dedicada
al Monte Pío y la Beneficencia, fuera la dueña de activos privados, por lo que se
le cambia el nombre a Fabricaciones Industriales S.A. -FISA- aunque manteniendo
el nombre de Nazar, por razones comerciales, cuando ya su creador ni siquiera estaba en la
empresa.

Presentación en la Feria de Muestras de Zaragoza de 1962. 
En la misma Feria, visto de perfil. 
Y un resumen básico de sus características con el motor de 155 cv.
Estaba equipado con aire acondicionado. Impensable en aquellos años.
Continua la fabricación a trancas y barrancas de los
camiones tipo B y C y algún que otro furgón, diseñados con anterioridad en las
mesas de diseño de don Vincenzo, y en 1965 FISA no tiene otra ocurrencia que
vender las instalaciones a Barreiros. Hubo un compás de espera hasta 1969, en
que solamente se fabricaron tractores Barreiros bajo licencia Hanomag
allí en Zaragoza (que no es moco de pavo), hasta que la propia Barreiros cayó en
las garras de la Chrysler, comenzando entonces una nueva etapa, otra más.
A partir de ese año, esa factoría se utilizaría para la construcción de
autocares. Al poco, en 1971, Van Hool, carroceros belgas, compraron lo que
quedaba de Nazar, la empresa pasó a llamarse Hispano Carrocera SL hasta 1981; y al cierre definitivo, en 2013, quedó como Tata Hispano Motors Carrocera
SA.

La famosa unidad del Sr. Xavier Castells, y del que siempre recomiendo su web.
¿Qué fue de don Vicenzo? Cuando en 1963 se vio fuera de su
propia empresa, la que él mismo creó y levantó en una España ruinosa, fundó en octubre
de 1965 otra dedicada al negocio carrocero del transporte de viajeros, y que
quizás te suene: Factorías Zane. Intentó
además ese mismo año fabricar el Sedan Mustang. Sí, un modesto vehículo, desde la fundación de la Sociedad Española de Automóviles Nacionales SA –
SEDAN – Apenas pasó de la fase de prototipo y de la mesa de delineación. Se tiene constancia de haberse vendido alguna
unidad, pero fue tan poca su trascendencia…. En definitiva, no le fue bien ni en uno ni en otro
percal, pero afortunadamente don Vicenzo tuvo también diversos negocios
inmobiliarios, que por lo visto sí le permitieron vivir holgadamente, o al
menos, le proporcionaron más satisfacciones que el sector de la automoción.
Fallecería en 1981 con tan solo 69 años.
En fin, otra triste historia más en la compleja historia de
España, y en la que nos empeñamos siempre en pegarnos un tiro en el pie a cada
paso que creemos dar hacia adelante.
Como colofón diré que ese camioncito azul y blanco de vinos todavía alcancé a verlo a principios de este siglo, dando servicio por las ferias veraniegas de Jaén. Y supongo que también por las de provincias colindantes. Del camión se descarga un templete muy sencillo, conformado por una barra de bar desmontable, un muñeco o dos disfrazados de baturros, y una fuente o barril con surtidores, cual si fuera una bodega o una tasca típica aragonesa. Y a partir de ahí, el negocio es muy simple: te sirven vino de Cariñena amistelado, de ése muy dulzón y fresco, en vasicos pequeños, con un barquillo dentro. En muchas ferias andaluzas, al menos las que yo he conocido, se solía hacer el ‘precalentamiento’ en puestos así. El caso es que entre las rondas con los amiguetes, con los familiares y con las rondas a las que te convida el propio tabernero, pañuelo maño en cabeza maña, podías acabar ahí mismo la feria si no te andabas con mesura y tiento. Y es que había que dejar sitio, que luego venían las rondas de Gitanilla y La Guita en otros puestos…
El modelo que yo tengo, de la colección Camiones y Autobuses Españoles, en su número 41, publicado para los suscriptores allá por julio de 2023:
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| Quién me iba a decir a mí que tendría en mis manos este camión un cuarto de siglo más tarde. |
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| La pieza está muy lograda, y las fotos no le hacen justicia. |
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| Con luz natural y sin macro, esos adhesivos no se notan. |
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| Un bonito capitoné del que, por si acaso, y debido a su gran valor sentimental, tengo dos unidades. |
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| Y si Zaragoza tiene leones, Nazar en su escudo también. |
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| Un detalle más de la cabina. |











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