martes, 22 de marzo de 2022

CHATARRAS DE ANTAÑO V - OTRO "BASTARDO" INGLES

 

FORDSON THAMES ET6

En plena faena. Los británicos también tuvieron lo suyo para reconstruir el país tras la devastadora guerra.

Bien pronto comenzó esta historia de amor ambientada en la conquista de Europa por los yanquis, aunque con el gusto y sabor británicos. El producto de ese flechazo entre ambas naciones, resultó en un vástago de parecido más insular que americano, ya que sus dimensiones y prestaciones eran menos generosas y más contenidas. Desde los inicios se ensamblaron en Inglaterra todas aquellas piezas y componentes traídos de los USA, pero enseguida se hizo patente la necesidad de fabricar directamente en suelo británico bajo licencia Ford, tanto de tractores como de camiones y coches.

Foto promocional tomada en la factoría inglesa de Luton.
Cinco toneladas de carga máxima es ser muy optimista.

De esa temprana fabricación inglesa, hubo partidas que se vendieron fácilmente en España, y ante la creciente demanda, el paso natural para Ford fue fabricarlos también aquí. Pero con las condiciones del Régimen español, claro está. Madrid no tiene puerto, y Ford ya tenía asentados sus reales en la Zona Franca de Barcelona, así que…   …blanco y en botella, los americanos tomaron partido por esta última ciudad.

    - Pero Pepe, ¿dónde están las patentes y el personal técnico cualificado?

    - Hay que importarlos de Gran Bretaña, señor.

    - Caramba, qué contrariedad. Oye Pepe, ¿es que no nos sirven los de la Ford de aquí?

    - Ésos americanos ya se iban, señor; sustituyámoslos por estos otros señores de aquí. Se hacen llamar Motor Ibérica, señor...

…en fín, que hasta 1956 Motor Ibérica no comenzaría a fabricar en España este camión con distintivo inequívocamente nacional: se llamaría Ebro. Si los tecnócratas hubiesen dispuesto de un poquito más de tiempo, estos camiones se llamarían Manzanares, tal era la manía centralizadora del régimen. O Tajuña, vete a saber.

No hace falta decir quién manda aquí, pero antes siempre había un ratito para hacer una foto de familia.

Heroica versión de coche de línea con la carrocería a punto de ser soldada a su "nueva" montura.
Tanto la una como la otra, seguramente ya vendrían recicladas de destartalados vehículos anteriores.

Pero antes de esa fecha, y junto con lotes de tractores y excedentes militares de la guerra, ya podían verse por aquí estos Thames, un tipo de camión ligero que se adaptó muy bien a las necesidades del paupérrimo país que nos había quedado tras la guerra. Inicialmente equipaban un motor V8 Flathead (cabeza plana) de 3.6 litros que desarrollaba una potencia de 85 CV, el mismo que desde hacía más de una década equipaba las camionetas de Ford, y que chupaba gasolina como si no hubiera un mañana. No fue hasta el bienio 1953-54 que Ford desarrollaría un motor diésel de 70 CV, de solo cuatro cilindros y 3.6 litros, pero que resultaba mucho más económico que el otro, por lo que en 1956 Motor Ibérica ya pudo montarlos directamente en los Ebro españoles. Su sonido es inconfundible:

Comparémoslo con el sonido que hacía el tragoncete, el de 8 cilindros:


Pero vamos con la miniatura, la cual, de entrada pierde mucho al mirarla de perfil, porque hasta para un profano en la materia, salta a la vista que esa caja es demasiado larga, y su chasis muy pesado y grueso para un camioncillo de éstos. La carga, toda ella de plástico sin apenas moldeado, tampoco es que ayude a mejorar la impresión. No sé si en Inglaterra las bombonas de gas tuvieron ese tamaño y ese color tan chillón, pero no producen muy buena impresión, y le dan a la miniatura un aspecto plasticoso y juguetero. Aunque precisamente por eso, recuerda un poco a aquellos Eko y Anguplas butaneros de antes. 


También puede apreciarse otro par de defectos “gordos” de fábrica: los faldones traseros del guardabarros los han colocado del revés, por delante en lugar de hacerlo por detrás; y las ventanillas, sobre todo la del conductor, están mal acopladas con sus respectivos marcos, provocando que el cerco negro sobre fondo rojo tampoco cuadre del todo.


Por otro lado, si estamos hablando de un ET6, ese logo frontal de Ford estaría de más, pues yo creo que debería aparecer con la grafía de Thames. Siendo  muy puntillosos, en todo caso debería figurar la subsidiaria Fordson. Sumémosle que todo ese rojo queda muy grueso, con demasiada pintura, y eso da como resultado que los detalles cromados queden aún más redondeados, haciendo perder detalle.


A favor, se puede decir que la calandra es de lo más aceptable y lo que mejor impresión causa, con esos "delicados" cromados. El molde en sí, dentro de lo que la pintura deja ver, está bien logrado, acompañado de unas llantas y ruedas adecuadas y creíbles. Las calcas, aunque sencillas, están bien aplicadas y cumplen de sobra. Se ha reproducido el interior con la misma sencillez y sobriedad como lo fue su homólogo. Por dentro, la cabina no daba para mucho más. De hecho, los "relojes", el volante, palanca de cambio y alguna cosilla más eran los mismos que en los tractores. En el caso de Motor Ibérica, cuando adoptó los motores Perkins, dejando de lado los de Ford, se utilizaron indistintamente tanto para transportistas como para agricultores, siendo básicamente los mismos para ambos sectores, aunque con las lógicas diferencias en la transmisión, relación de marchas y su desmultiplicación. Ahí va otro audio:




En fin, allá por 2013 fueron cayendo las últimas unidades del centenar de números de los que se componía la colección de Camiones de Antaño, a la que este camión pertenece. Altaya intentó abarcar el mayor número de marcas posible, estirando la colección en todo lo posible, con algún que otro abuso en el reciclaje de moldes. Y a veces acertaban con goles por toda la escuadra, y en otras mataban palomas como si de un lanzamiento de penalti a cañón se tratara. 

A pesar de éso, con esta colección me considero bien compensado con este modelo, porque a cambio, también hubo un bonito par de Ebros de la serie B: el de Cervezas El Águila, y el de Spar. Ambos con una bella combinación de colores, aunque equipando unas mastodónticas cajas, muy desproporcionadas para este  camión ligero apto para reparto:


Pero dicen que el karma es un boomerang, y casi una década más tarde hubo ocasión de redimirse. Para constatar que incluso en el mundillo de las miniaturas siempre es posible la evolución y mejora de lo ofrecido, aquí tenemos el botellero de "Pesi", aparecido el año pasado en la Colección de Vehículos de Reparto y Servicio de la mano de Salvat, quien se toma algo más en serio que su rival ésto de las colecciones, y que nos dejó un muy buen sabor de boca con modelitos como éste, el cual viene que ni pintado para compararlos:

Gran colección a 15 euros por modelo. Se puede mejorar, por supuesto, pero es una muy buena relación calidad/precio.

El botellero sigue siendo un poquillo largo, pero ya está más cerca de la realidad.

Publicidad subliminal e imperativa:  ¡Beba! Es una orden.

El punto fuerte de esta miniatura son sus cajas de botellines cargados con palés y su colorida rotulación, bastante bien logrados.



Al margen de la meritoria ejecución del modelo en sí, se hace constar que el ET6 de las bombonas costó veinte euros casi una década atrás, directamente del quiosco, mientras que éste de Pepsi, solamente quince. ¿Quién dijo que no se podía hacer mejor por ese precio, o incluso menos? Pues se puede, pero todavía quedan plañideras por los rincones de esas redes sociales a las que nunca les gusta nada, sea el modelo que sea. 

Como ejemplo de lo que digo, tenemos el reciente Renault DR de la Colección Camiones y Autobuses Españoles, del que muchos llevan medio año preguntando insistentemente qué cuándo sale. Otros tantos llorones llevan dos meses quejándose de que no les ha llegado aún, y que es muy injusto que ya se esté vendiendo por las redes: falso, pues ni un solo particular había colgado una sola foto con su trofeo hasta esta misma semana. Y ahora, cuando por fin han comenzado a distribuirse y van llegando poco a poco a casa, resulta que ahora todo son fallos y faltas, "que voy a pasar de él" y "me voy a quitar de la suscripción", cuando ya se sabía exactamente desde Año Nuevo cómo iba a ser,  pues desde entonces ya circulaban fotos de gran resolución. Cada vez entiendo menos al género humano. 


Eso sí, de los pinchos no nos libraremos nunca.
Otro día, más y mejor...