viernes, 9 de octubre de 2020

PEGASO Z-207 CAMPSA (1958).

PEGASO Z-207 CAMPSA

 

Con una mezcla de tristeza, incredulidad y alborozo, recibimos hoy aquí a uno de los ejemplares de la última entrega de la colección de Camiones Pegaso. Me refiero claro está, al Pegaso Z-207 de 5 toneladas, con su cisterna de 7.000 litros, equipada y rotulada para la Compañía Arrendataria del Monopolio del Petróleo, más conocida en estos lares por CAMPSA. Y sí, fue un monopolio hasta bien entrados los ochenta: aquí antes no nos andábamos con publicidad subrepticia.  

Decía tristeza, porque la colección pronto llegará a su fin. Un fin prematuro, ya que de buen inicio la editorial había propuesto una serie de entregas mucho más extensa, siendo recortada hasta en dos ocasiones, para finalmente, quedar en sesenta números. Todo lo bueno siempre parece que se acaba demasiado pronto, pero en este caso, esta colección se me ha hecho muy corta. Y es que cuando te dan a probar jamón ibérico del bueno, te comerías la piara entera.  

Decía incredulidad, porque en los habituales mentideros de esta afición, apenas se ha comentado nada de la calidad de este modelo, que a mi juicio, sobrepasa el notable. Ni siquiera ha habido las habituales quejas porque no es un Troner, un Mider o un Tecno. Tampoco ha habido gazmoños protestando porque se ha utilizado una vez más una publicidad tan recurrente como la de CAMPSA. En fín, mejor así, porque esta afición debe disfrutarse en silencio, sin ese molesto ruido de fondo, cual eremita en el hueco de su roca. 

Y decía alborozo, por el propio modelo en sí, el cual es digno de pertenecer a otros fabricantes mucho más caros y exclusivos. Este hecho en sí, tiene mucho más mérito del que parece, porque es muy habitual que una colección de larga tirada suela disminuir de nivel desde su mitad hacia el final. Normalmente las editoriales suelen abandonarse con las colecciones ya muy avanzadas, como si de una vieja solterona con gatos se tratara.

No ha sido éste el caso. Al contrario, se ha afinado la puntería con la elección de los modelos, con su rotulación y su publicidad, y especialmente con las piezas independientes con que los visten. Eso me da que pensar que la colección no estaba prevista solo para sesenta números, y que ha sido finalizada abruptamente sin más. ¿Las causas? ¡Quién sabe! Quizás en previsión de que se corte en un futuro el suministro desde el sudeste asiático debido a la pandemia. Quizás porque existe el pensamiento de iniciar otra nueva colección de camiones, pero esta vez abarcando otras marcas nacionales, y así tener una reserva de moldes y modelos. Quizás sea por causa de la enésima crisis...

Pero vamos ya con el modelo, del que no tengo intención de aburrir más sobre disertaciones ni ponderaciones. Es mejor que hable él mismo, pues viene con el argumentario suficiente como para defenderse solito:  








Si eres suscriptor, seguramente ya lo tengas en tu domicilio, por lo que sobrarían las explicaciones. Si por el contrario, no lo eres, pero se presenta más adelante la ocasión de hacerte con este modelo a un precio razonable, que no te tiemble el pulso. Merece la pena.