domingo, 5 de julio de 2020

BARREIROS SAETA 65 "KAS" - VEHICULOS DE REPARTO Y SERVICIO de SALVAT.



Después de aquél primer regalo de diciembre del año pasado, el Pegaso Danonero, Salvat nos obsequia ahora con el segundo, por lo que vamos  al lío, que viene calentito ...

No es la primera vez que Salvat anuncia la versión de un modelo concreto, para, una vez en nuestras manos, comprobar con estupor que no es lo prometido. En otras palabras: el fascículo y la miniatura pueden no coincidir exactamente entre sí. Quiero pensar que son pequeños fallos de post-producción, o falta de coordinación entre departamentos. Doy por supuesto que los bengalíes se limitan a fabricar por encargo. Por tanto, el problema yo lo veo aquí, en España.


El motivo de esta manera de proceder lo desconozco, y yo no sé si es deliberado, pero soy muy malpensado, y cada vez que se filtran por internet las fotos del próximo fascículo, se desata la habitual tormenta de comentarios, opiniones, insultos y amenazas de baja de suscripción, por lo que en mi opinión, toda esta polémica ya le viene muy bien a Salvat: no importa que hablen mal de tí todo el tiempo, lo importante es que hablen...

Esta doble publicidad, la oficial, y la que viene a rebufo de las "filtraciones" claramente provocadas por los señores de Salvat, no sé hasta qué punto son beneficiosas para la editorial a medio plazo, pues a ellos también podemos aplicarles otra máxima: puedes engañar a todos una vez, puedes engañar siempre a una sola persona, pero lo que nunca podrás hacer es engañar siempre a todos.


Hace tiempo que Salvat nos tiene acostumbrados a los recortes de publicaciones, o a súbitas y prometedoras ampliaciones, a ciertos cambios en el orden de salida de los números, a discordancias en las fechas de los modelos, a diferencias entre versiones proyectadas y productos finales...   ...por eso las editoriales deben tener claro, que a su vez, los coleccionistas también se acabarán cansando de la falta de seriedad, y eso suele conllevar bajas de suscripciones o falta de ellas en próximas colecciones. Y ahora mismo, no está el horno para bollos. No está de más, recordarlo.

En este caso, se anunció en los foros de internet como Barreiros Saeta 35, o lo que es lo mismo, una de las versiones más pequeñas y menos potentes de ese modelo. En este caso, al tratarse de un regalo, no trae consigo el fascículo. Pero eso no cambia los hechos: si dicen que te van a regalar un caramelo de fresa, y luego resulta que es de fresa con nata, entonces ¿para qué gastar dinero y tiempo en anunciarlo? Supongo que es debido a que la planificación cambia constantemente, porque realmente nunca ha existido un plan.


Ahora, de cuerpo presente, resulta que la miniatura es un Saeta 65. Así reza en la propia tampografía de su frontal. Y tiene más sentido, pues la tara del camión representado es de más de 4 toneladas, por lo que la versión no podía ser la 35, que como indica su nomenclátor, se refiere a una carga máxima de 3,5 toneladas. Esto es importante, porque no es una cuestión solo de motor, sino de tamaño.

Por eso, los coleccionistas, al observar las fotos de promoción no acabábamos de ver el intríngulis del asunto: para ser un Saeta 35 tenía demasiada envergadura, demasiada altura sobre el chasis y demasiada rueda. En resumen, que no parecía un pequeño Saeta. Si a eso le añadimos que la denominación de los modelos de Barreiros era aún más compleja que la de Pegaso, y que hubo una readaptación de cabinas y de motores, y por tanto, de versiones, pero que a su vez no fue aplicada al completo en toda la gama, entonces, la confusión provocada ha sido aún mayor. Hubo incluso quién creyó que podía tratarse de otros modelos tales como el Halcón o el Cóndor para explicar las discordancias entre denominación y tamaño.


Rizando el rizo, si además, introducimos una búsqueda de su matrícula por internet, podremos comprobar que el modelo es un Saeta 70. ¿Alguien da más? Lo mejor es dejar este tema, por el motivo antes descrito de las redenominaciones de gama. Lo que sí es seguro, es que no se trata de un Saeta 35.

Pero ¿cómo es la miniatura? Pues en verdad, que es un buen regalo, todo hay que decirlo. Habrá quién diga que de regalo no tiene nada, que ya se lo cobran con creces. Bien. Ya sabemos que las editoriales no son entidades de beneficencia y caridad, y que están para hacer dinero, pero hay que tener en cuenta varios hechos: si te suscribiste desde el inicio, cada número saldrá 0,75 euros más barato, la editorial te hará algún regalo de vez en cuando, y además, ahora te lo entregará en tu domicilio por mensajería privada. Debido al pasado confinamiento, los números ya no hay que recogerlos en Correos. Y si lo hacen así, es porque Salvat habrá descubierto que es más barato o causa menos problemas que hacerlo a través del servicio postal público. A mí, personalmente, que tengo la oficina de Correos más próxima a 25 quilómetros de distancia, se me ha abierto el cielo. 


A primera vista, parece que Salvat ha centrado todo su esfuerzo en la caja, más que en la cabina. Ésta última parece ser la misma que se utilizó en el nº 24 del coleccionable "Camiones y Vehículos de Bomberos" de la propia Salvat, pero para el botellero han puesto toda la carne en el asador:


  • Viene con estribos y parachoques traseros cromados. Siempre dentro de los parámetros de un cromado de coleccionable, claro.
  • Buena rotulación con los logotipos de Kas y la ya mítica frase "¡Beba Kas y nada más!". Siempre será el punto fuerte y vistoso de toda miniatura que se precie de anunciar determinada marca comercial.
  • Placas y matrículas correctas. Pero creo que faltaría la de MP u otra equivalente.
  • Ópticas traseras y de gálibo correctas. Aún pintadas, se han esmerado, y dan el pego. 
  • Cajas de botellas bien rotuladas, detalladas y muy reales. De diferentes tonalidades y con el tamaño adecuado, rellenas de botellines, se completa la carga, además, con otros productos, quizás gaseosas. Aquí es donde Salvat ha echado el resto, y ha marcado la diferencia. 
  • El color amarillo utilizado no sé si es el correcto. Barreiros creo que solo lo tenía disponible en tres colores, al menos inicialmente, pero teniendo en cuenta que los repartidores y sus empresas siempre han pintado y repintado sus flotas, o bien fueron utilizando vehículos de segunda mano, no es un factor importante. A mí me sirve, otra cosa es que se les cayera en el cubo de la pintura.
  • Teniendo en cuenta que por el tipo de caja no se aprecian los bajos a simple vista, Salvat se ha tomado la molestia de incluir el tubo de escape, los diversos depósitos, calderines, estribos, etc. Bien por la editorial.




En la cabina, en cambio, como ya tenían el trabajo hecho, o eso creían los señores de Salvat, no se han esforzado tanto. Y es una auténtica lástima, porque con un poquito más de ganas, podrían habernos dejado una obra maestra:


  • Continuamos con los "pinchos" negros en los faros delanteros. Más pequeños, pero siguen viéndose.
  • Demasiada pintura, ésta disimula un tanto los pliegues y corrugados de la carrocería, y hace perder detalle. Especialmente con los marcos de las puertas, pues éstos eran un signo distintivo y muy característico de estos vehículos.
  • Ruedas un tanto excesivas. Si este camión fuera de reparto urbano, ese calzado le quedaría muy grande para su propósito, mucho menos maniobrable por callejuelas. Ya de por sí, un Saeta 65 ó 70 creo que sería demasiado camión para esta tarea. Le hubiera pegado más una pluma y su caja para obras, casi un volquete, o bien una caja cerrada para rutas provinciales o nacionales. 
  • Retrovisores y limpiaparabrisas poco acordes a la calidad que venía mostrando esta colección. Aquí Salvat también ha dado un paso atrás. Nos tenía mal acostumbrados a cierta exigencia, y ahora, con este clon del Saeta de Bomberos, han retrocedido unos años. 


Pero vaya, que vamos a ser positivos. La impresión general es buena, aunque en mi opinión se ha dado un pasito para atrás. Este Saeta está más arriba en mi lista de preferencias de lo que realmente le tocaría, gracias a ese extraordinario detallado de la caja botellera, donde se ha producido un salto cualitativo muy importante. 

Visto lo visto, no se puede tener todo a la vez, pero al menos mantengo la sensación que Salvat sigue esforzándose por agradar al coleccionista español: han reaprovechado un molde, pero a cambio la caja y su contenido son únicos. Lo importante es que con esta colección no haya dejadez, abandono y despreocupación por parte de la editorial. Ya que nos cortarán la de Pegaso antes de lo previsto, al menos, que mantengan el nivel de ésta hasta el final. Algún molde de cabina se volverá a aprovechar, está claro, pero si se mantiene la singularidad en el resto del modelo, ya sería una muy buena noticia, y nos darían motivos para seguir completando la colección.